PROYECTOS
Aeropuertos, flores y follajes:
Luis Alberto Castrellón Oller
| 03 may 2015 - 02:06h
En los últimos años, en nuestro país se han
ampliado y construido varias infraestructuras aéreas–aeropuertos, como el
Enrique Malek, en David, en la provincia de Chiriquí; el Scarlet Martínez, en
Río Hato, provincia de Coclé, y el Enrique Adolfo Jiménez de Colón, que las
autoridades de la pasada administración estimaron tendrían una vida útil de 25
años y capacidad para recibir aviones de hasta 228 pasajeros.
El costo en conjunto de estos aeropuertos superó
los 100 millones de dólares. Su construcción era parte de la política de Estado
para el desarrollo de los sectores aeronáutico y turismo, con la finalidad de
establecer un flujo significativo de pasajeros e incrementarlo en los próximos
quinquenios; sin embargo, el arribo masivo de turistas que se esperaba no se ha
producido.
Tomando en cuenta lo anterior, estimo que para
aprovechar semejantes inversiones, se podrían desarrollar en las cercanías de
los aeropuertos de Río Hato y de David una serie de actividades del sector
agropecuario, para la exportación por vía aérea. Me refiero a una política de
promoción e incentivos para la siembra, cultivo y producción de plantas
ornamentales, medicinales, culinarias, follaje y floricultura.
A fin de implementar esa política, se pueden
aprovechar las áreas montañosas de Capira y Campana, en la provincia de Panamá;
El Valle, cerro Gaital, Chiguirí Arriba, Tambo, Toabré, Llano Grande, Piedras
Gordas, El Copé, entre otros lugares de la provincia de Coclé. En la provincia
de Chiriquí se pueden aprovechar las tierras altas y las de la comarca Ngäbe Buglé.
Todos estos lugares son aptos para realizar la
siembra y el cultivo de especies nativas de orquídeas y otras plantas
ornamentales como: anturios (Anthurium), bromelias (Bromeliaceae), heliconias
(Heliconiaceae), helechos, en todas sus variedades nativas; plantas de tipo
medicinal como la sábila (Aloe vera), zarzaparrilla (Smilax aspera); hierbas
culinarias como albahaca, cilantro, hierbabuena, menta, orégano, romero y otras
que se puedan producir en esas áreas.
Para lo indicado se debe promover la inversión
privada, con tecnología de última generación, y desarrollar la siembra, cultivo
y producción de plantas ornamentales, medicinales, culinarias, follaje y
floricultura para la exportación, otorgando beneficios de carácter tributarios,
si se hacen las inversiones. De esta manera se generaría mano de obra
calificada y no calificada en las tierras de producción, y se le daría más y
mejor utilización a las mencionadas infraestructuras aeroportuarias, tan
costosas.
Lo
anterior, debe hacerse al amparo de la Constitución, pues si el Estado
construye infraestructuras, es para que se realicen “actividades económicas con
el fin de acrecentar la riqueza nacional y asegurar que los beneficios sean
para el mayor número posible de habitantes del país”.
El Autor es Ciudadano y Docente