martes, 24 de noviembre de 2015

Divisa, punto de encuentro


La Prensa / Opinión

EDUCACIÓN

Divisa, punto de encuentro: Luis Alberto Castrellón Oller

Luis Alberto Castrellón Oller |  24 nov 2015 - 02:48h

Divisa es un lugar o punto geográfico ubicado en la provincia de Herrera, República de Panamá. Se encuentra a una altitud de 11 metros sobre el nivel del mar. En el área circundante hay vastos territorios dedicados a la agricultura y a la ganadería, en los que se desarrollan importantes industrias del sector agropecuario.

Divisa es el punto de encuentro de la carretera nacional rumbo a la península de Azuero y de la vía Panamericana hacia al resto de Herrera y de las provincias de Veraguas y Chiriquí. También, es un punto geográfico, casi equidistante entre el corregimiento de Tocumen (Panamá) y la ciudad de David (Chiriquí), pues dista 177 kms del primero y 195 kms del segundo.

Divisa fue el nombre que se le dio al sitio, como un lugar de paso obligado. No aparece como pueblo, corregimiento ni ciudad en los mapas ni en las estadísticas e informaciones que maneja la Contraloría General de la República.

En Divisa, hay más de 600 hectáreas (ocupan parte de las provincias de Herrera y Veraguas) que le pertenecen al Estado. Allí se ubica el Instituto Nacional de Agricultura, cuya fundación data de los años 40 del pasado siglo. En la actualidad, ese centro educativo de nivel medio y técnico no cuenta con instalaciones, equipos, ni laboratorios con accesorios y plataformas de informática actualizadas.

Para que Divisa se convierta en un centro emblemático dedicado a la educación de nivel medio y superior, y se dote de nuevos edificios educativos e instalaciones, con tecnología de última generación, se podría compartir el área en donde se ubica el Instituto Nacional de Agricultura con las facultades de Agronomía y Veterinaria de la Universidad de Panamá. De esta forma, se lograría la preparación óptima de las próximas generaciones de técnicos y profesionales en la agricultura y la ganadería.

Con una decisión de Estado, Divisa puede forjarse como un centro de excelencia para la enseñanza y docencia en la agricultura y la ganadería, lo que redundaría en beneficio del sector agropecuario del país, que tanto lo necesita.

Luis Alberto Castrellón Oller
El autor, es ciudadano y docente. 



sábado, 21 de noviembre de 2015

Sector Agropecuario y Docencia Superior

Sector Agropecuario y Docencia Superior

Estos dos conceptos hay que conjugarlos armónicamente, pues el ganador es el productor agropecuario y el futuro profesional en la agricultura y en la ganadería.

Sabemos que la  agricultura, es parte del sector primario y es la labranza o cultivo de la tierra, que incluye todos aquellos trabajos relacionados con el tratamiento del suelo, así como de plantar todo tipo de alimento de origen vegetal, tales como, cereales, verduras, hortalizas, cucurbitáceas, frutas y demás plantaciones de vegetales.

Por otra parte, la ganadería, también es una actividad que se desarrolla en el sector primario, dedicada a la cría, tratamiento y reproducción de animales de donde se obtienen gran parte de nuestros alimentos, prendas de vestir y de calzados en general.

La agricultura y la ganadería, son el sector agropecuario y se relacionan a través de su principal actor, el hombre, es decir, el agricultor y el ganadero, y los profesionales de la educación que se dedican a las enseñanzas de estas materias en los centros de docencia media y educación superior.  

En los últimos años, tanto el sector agropecuario, como la educación sobre estas actividades han sido descuidadas, pues no habido una planificación certera para establecer los nuevos centros educativos en los sitos o localidades adecuadas y que estos cuenten con las instalaciones y tecnología de última generación, para que los futuros técnicos y profesionales de la agricultura y ganadería, se preparen y puedan ofrecerles al agricultor y al ganadero las mejores asesorías sobre la agricultura y ganadería.

La percepción sobre los nuevos centros educativos para estas actividades, es que habido una total descoordinación en la planificación para sustituir el sitio de la finca que tenía la Facultad de Agronomía en Tocumen, a pesar de tener conocimiento de su traslado con la suficiente antelación y tener, los recursos económicos producto de su traspaso para la ampliación del Aeropuerto Internacional de Tocumen.

A la fecha, es lamentable que la ubicación para la sede de la nueva facultad de agronomía de la Universidad de Panamá, sea incierta, pues las autoridades universitarias y los estudiantes de agronomía, no se deciden por un sitio para establecer el nuevo centro de docencia superior, y para presionar al gobierno nacional, los estudiantes se lanzaron al cierre y tranque de calles impidiéndolo el libre tránsito por la ciudad a la ciudadanía en general, situación deleznable de parte de los estudiantes.

Estimo que el remedio para ubicar un centro de docencia superior para las carreras sobre la agricultura y ganadería ha estado, está y debe estar en el sector de Divisa en las Provincias de Herrera y Veraguas, pues en ese punto geográfico el Estado tiene propiedades donde el Instituto Nacional de Agricultura y las Facultades de Agronomía y Veterinaria de la Universidad de Panamá  pueden compartirlas. Allí, también se pueden aprovechar las condiciones climatológicas, topográficas, los tipos de suelos, el acceso al recurso hídrico del río Santamaría y al sistema de riego que existe en esa área.

De manera que, tanto las autoridades universitarias, estudiantes y el gobierno nacional deben mirar al sector agropecuario y a la docencia superior con una visión de futuro para un mejor país.   

Luis Alberto Castrellón Oller
El autor, es ciudadano y docente. 

03 de noviembre de 2015  

sábado, 12 de septiembre de 2015

Agua, el recurso más preciado


La Prensa / Opinión


ACCIÓN AMBIENTAL
Agua, el recurso más preciado: Luis Alberto Castrellón Oller

Luis Alberto Castrellón Oller | 06 sep. 2015 - 00:20h
opinion@prensa.com


Las investigaciones de los expertos coinciden en que el agua cubre el 71 % de la superficie de la Tierra, que es la sustancia más abundante en el planeta y se encuentra en sus tres estados de agregación: líquido, sólido y gaseoso. Es un elemento fundamental para los seres vivos, pues ningún organismo sobreviviría sin ella. Los estudios indican que la mayor reserva está en los océanos. Estos contienen el 97% del agua salada que hay en la Tierra. El mínimo porcentaje que resta corresponde a agua dulce, pero no toda está disponible, pues gran parte permanece helada, en forma de casquetes polares y glaciares.


En el caso de los seres humanos, el agua es nuestro principal componente, pues al nacer tenemos 75 % de agua, y en la edad adulta, 65 %. Por esa razón no podemos prescindir de ella, moriríamos si pasamos entre cinco y seis días sin beber agua.

Según la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), “la demanda del agua se ha incrementado con el crecimiento de la población, y en las últimas décadas se ha multiplicado en las áreas agrícolas dependientes del riego para la producción de alimentos”.

A nuestro país se le llamó “Panamá la verde” porque teníamos vastos bosques y flora que producían precipitación pluvial y, con eso, nuestras quebradas, riachuelos y ríos tenían agua en abundancia. No obstante, en los últimos años, ciudadanos y extranjeros han deforestado los bosques, manglares y humedales para desarrollos comerciales, habitacionales, industriales, actividades agrícolas y ganaderas extensivas. Todo esto altera el equilibrio ambiental y genera sequías.

La FAO, en conjunto con la Anam (hoy Ministerio de Ambiente), han recogido estadísticas forestales que reflejan que la cobertura boscosa en diferentes períodos demuestra una destrucción anual que ronda las 20 mil hectáreas de bosques.

Las últimas administraciones no han establecido planes y programas intensivos para mitigar los efectos de las sequías; ni prepararon planes para enfrentar el cambio climático por el fenómeno de El Niño, y tampoco dotaron a la entidad encargada del suministro de agua de suficientes recursos económicos para el mantenimiento de los equipos, y para desarrollar programas de ahorro de agua dirigidos a la ciudadanía.

Ahora no basta con promover la reforestación. También debemos fomentar en las escuelas y comunidades la creación de viveros de árboles ornamentales, frutales y maderables; y plantarlos y mantenerlos como parte de una política del Estado encaminada a la reforestación y mejoramiento ambiental de manera ordenada.

Sobre la base de lo anterior, se podría repoblar el territorio nacional con especies nativas que permitan su cultivo adecuado y comercial en todo su ciclo; incentivar a las empresas para que, como parte de su responsabilidad social empresarial, desarrollen programas de reforestación y mantenimiento; concienciar a los niños y jóvenes acerca de la importancia de cuidar el patrimonio forestal, mantener el equilibrio ecológico y evitar la destrucción de los ecosistemas para tener bosques y agua abundante en el país.
 
Luis Alberto Castrellón Oller
EL AUTOR, es ciudadano y docente

 

sábado, 18 de julio de 2015

Tareas pendientes

LA PRENSA

GOBIERNO NACIONAL

Tareas pendientes: Luis Alberto Castrellón Oller Luis Alberto Castrellón Oller | 17 jul 2015 - 00:18h

En los últimos meses, la actual administración hizo  esfuerzos ingentes para resolver, por los canales adecuados, todo tipo  de entuertos que dejó el gobierno anterior. Sin embargo, quedan  tareas pendientes en tres aspectos relevantes, a saber:

1.  Dotar al Ministerio Público y al  Órgano Judicial de los recursos económicos adecuados para crear nuevas fiscalías, y añado yo,  otros juzgados, aumentado a 5, 10, 15 o los que requieran  ambas entidades para investigar, juzgar y condenar a todos los que cometan  actos de corrupción penados por la ley.

Estimo que en esas fiscalías y juzgados se debe implementar el proceso penal acusatorio e imprimirle la celeridad, inmediación y economía procesal, para que a  corto plazo se aplique la justicia que la sociedad requiere y espera. De no hacer  lo anterior, los procesos  se  empantanarán y habrá un retroceso en la aplicación de la justicia contra la corrupción.

Además, el Ejecutivo y el  Legislativo deben  revisar el presupuesto general de la Nación, a fin de “arbitrar los recursos económicos” para lo antes indicado.

2.  Impedir el cierre o la interrupción de las vías públicas, y sancionar,  de forma  ejemplar, a  cualquier grupo de ciudadanos o agremiados  que realice estos actos –sean nacionales o extranjeros– so pretexto de exigir “derechos o peticiones sociales”, sin  cumplir con los avisos y requisitos para realizar manifestaciones. Proceder igual con los que protestan con los  rostros cubiertos (para no ser reconocidos)  y se valen   de esto para  ejecutar  actos vandálicos. Igual que aquellos que pretenden crear un territorio o una nación dentro de  la República de Panamá, y  a todos los  que perjudiquen la tranquilidad  social, so pretexto de reivindicar derechos.

Es tarea de  las autoridades –sean administrativas, municipales o nacionales– mediante el ejercicio de sus funciones y al amparo de la Constitución y la ley,  hacer cumplir el orden, el respeto a la  vida,  a la honra y proteger los bienes de los ciudadanos.

3.  Hacer una   lucha frontal contra los actos de corrupción y sancionarlos  con todo el rigor de la ley. Esto se puede combatir, mediante  las denuncias ciudadanas pertinentes ante el Ministerio Público o la Contraloría General de la República, o ante la Autoridad Nacional de Transparencia y Acceso a la Información, entidad que debe ser más activa y presentar informes –mensuales o bimestrales o trimestrales– sobre  casos concretos y  resultados obtenidos frente a  la corrupción que afecta hoy día al país.

Luis Alberto Castrellón Oller
EL AUTOR   Es ciudadano y docente

 

sábado, 20 de junio de 2015

PRESIDENTE


LA PRENSA
Lunes, 01 de junio de 2015
CAPACIDADES
‘Presidente’: Luis Alberto Castrellón Oller
Luis Alberto Castrellón Oller |
 
Este término tiene diferentes percepciones y significados para los ciudadanos de cualquier país, dependiendo si es de una organización no gubernamental, social, deportiva, empresarial, entidad política, gubernamental o estatal, pues a quien ostente el cargo de presidente de cualquiera organización como las descritas, se le considera un dirigente, líder y estadista.
 

domingo, 3 de mayo de 2015

Aeropuertos, flores y follajes

La Prensa / Opinión

PROYECTOS
Aeropuertos, flores y follajes:

Luis Alberto Castrellón Oller | 03 may 2015 - 02:06h

En los últimos años, en nuestro país se han ampliado y construido varias infraestructuras aéreas–aeropuertos, como el Enrique Malek, en David, en la provincia de Chiriquí; el Scarlet Martínez, en Río Hato, provincia de Coclé, y el Enrique Adolfo Jiménez de Colón, que las autoridades de la pasada administración estimaron tendrían una vida útil de 25 años y capacidad para recibir aviones de hasta 228 pasajeros.
El costo en conjunto de estos aeropuertos superó los 100 millones de dólares. Su construcción era parte de la política de Estado para el desarrollo de los sectores aeronáutico y turismo, con la finalidad de establecer un flujo significativo de pasajeros e incrementarlo en los próximos quinquenios; sin embargo, el arribo masivo de turistas que se esperaba no se ha producido.
Tomando en cuenta lo anterior, estimo que para aprovechar semejantes inversiones, se podrían desarrollar en las cercanías de los aeropuertos de Río Hato y de David una serie de actividades del sector agropecuario, para la exportación por vía aérea. Me refiero a una política de promoción e incentivos para la siembra, cultivo y producción de plantas ornamentales, medicinales, culinarias, follaje y floricultura.
A fin de implementar esa política, se pueden aprovechar las áreas montañosas de Capira y Campana, en la provincia de Panamá; El Valle, cerro Gaital, Chiguirí Arriba, Tambo, Toabré, Llano Grande, Piedras Gordas, El Copé, entre otros lugares de la provincia de Coclé. En la provincia de Chiriquí se pueden aprovechar las tierras altas y las de la comarca Ngäbe Buglé.
Todos estos lugares son aptos para realizar la siembra y el cultivo de especies nativas de orquídeas y otras plantas ornamentales como: anturios (Anthurium), bromelias (Bromeliaceae), heliconias (Heliconiaceae), helechos, en todas sus variedades nativas; plantas de tipo medicinal como la sábila (Aloe vera), zarzaparrilla (Smilax aspera); hierbas culinarias como albahaca, cilantro, hierbabuena, menta, orégano, romero y otras que se puedan producir en esas áreas.

Para lo indicado se debe promover la inversión privada, con tecnología de última generación, y desarrollar la siembra, cultivo y producción de plantas ornamentales, medicinales, culinarias, follaje y floricultura para la exportación, otorgando beneficios de carácter tributarios, si se hacen las inversiones. De esta manera se generaría mano de obra calificada y no calificada en las tierras de producción, y se le daría más y mejor utilización a las mencionadas infraestructuras aeroportuarias, tan costosas.
Lo anterior, debe hacerse al amparo de la Constitución, pues si el Estado construye infraestructuras, es para que se realicen “actividades económicas con el fin de acrecentar la riqueza nacional y asegurar que los beneficios sean para el mayor número posible de habitantes del país”.
El Autor es Ciudadano y Docente

 

sábado, 21 de marzo de 2015

COMPATRIOTAS

La Prensa / Opinión
 
Jueves, 19 de marzo de 2015
INTEGRACIÓN
Compatriotas: Luis Alberto Castrellón Oller

Luis Alberto Castrellón Oller | 19 mar 2015 - 01:24h

El término “compatriota” (del lat. compatriota), en la mayoría de los diccionarios se define como aquella “persona de la misma patria que otra”, y patria (del lat. patria), como “Tierra natal o adoptiva ordenada como nación, a la que se siente ligado el ser humano por vínculos jurídicos, históricos y afectivos” y “lugar, ciudad o país en que se ha nacido”.

Como se observa, patria es un concepto referente a Nación y Estado, este último, para que exista necesita varios elementos, que son el territorio, la población, la forma o sistema de gobierno que se adopte y la soberanía.

Los anteriores elementos son integradores, no se pueden dividir, separar o segregar por una porción de la población en contra de otros o por motivaciones de una determinada porción de la población; simple y sencillamente, porque en un Estado todos sus pobladores tienen el derecho de recibir y beneficiarse de todos los bienes y servicios, es decir, del patrimonio del Estado.

Sin embargo, esto no ha sido la tónica de la historia de los pueblos en el continente americano y de allí las grandes discusiones; que si los pueblos originarios o indígenas son los que deben tener el derecho a todo, primero que el resto de la población, ya que la tenencia, uso y provecho de la tierra o territorio donde han vivido por años, siglos o desde que han existido, debe ser para ellos.

Sobre esa base, algunos grupos comarcales presentan que el uso del territorio debe ser exclusivo de ellos y para ellos, sin que el resto de los compatriotas o población de un Estado al que pertenecen se beneficien, tengan, obtengan y desarrollen los bienes que están en una determinada parte del territorio de la patria, país, Nación o Estado donde hoy existen.

Lo indicado es tan cierto que, recientemente, en algunos territorios comarcales se organizaron grupos de custodios, a la entrada y salida, que son los que deciden quien entra. Y si alguien logra entrar, antes debe pagar un peaje, es decir, un “tributo”, algo que solo por mandato constitucional lo puede establecer el Estado por medio de ley. No respetar esto es inaceptable en un estado de derecho.

Quizás lo que debieran hacer los compatriotas de las comarcas, una vez solventen los errores, reparen los daños ocasionados y establezcan el orden en armonía con el resto del país, es aprovechar la coyuntura de los proyectos que se hagan en las tierras comarcales, para alcanzar el desarrollo en todo su sentido, con la concurrencia de los elementos necesarios, que son los de tipo económico, tecnológico y social. Esto se puede lograr y desarrollar de tres maneras:

1. Con la inversión que el Estado haga en infraestructura adecuada, como caminos, carreteras y calles; en plantas de acueductos y de disposición de aguas servidas; en centros de salud completos con equipos, medicamentos suficientes y desarrollo de planes de medicina preventiva; con la construcción de escuelas adecuadas en las que se asignen a maestros y profesores preparados y actualizados para educar a los niños y la juventud y, sin perder su idiosincrasia, puedan integrarse a una educación igual a la que se le imparte al resto de los educandos del país.

2. Con la inversión del sector privado para el suministro de electricidad, telefonía, acceso a internet y a las tecnologías de información y comunicación para la población comarcal en materia de educación, actividades gubernamentales, administrativas, comarcales, comerciales y de producción.

3. Con la planeación y ejecución de programas de producción agrícola sostenibles y sustentables, para consumo de la propia población comarcal, con la producción orgánica de cultivos como, café y cacao, de flores y follajes para el mercado de exportación, y la producción pecuaria de ganado caprino, entre otros.

Somos una sola Nación en la que vivimos y convivimos los pueblos originarios, los campesinos, la población provincial y los habitantes de las ciudades que, con tolerancia, sensatez y consensos, hemos podido y podemos, hacer que cada día tengamos un mejor Panamá.

Luis Alberto Castrellón Oller
El Autor es Ciudadano y Docente

lunes, 16 de febrero de 2015

Consenso


La Prensa / Opinión
Domingo, 15 de febrero de 2015
SOCIEDAD
Consenso: Luis Alberto Castrellón Oller Luis Alberto Castrellón Oller | 15 Feb 2015 - 00:02h
 
La palabra consenso, entre sus acepciones y sentido sociológico, se define como la “aceptación, por parte de la mayoría de los miembros de un grupo social, de determinadas normas o decisiones, y adecuación de la conducta a ellas”.

Resulta que ese sentido lo hemos tenido desde el inicio de esta nación y, como tremendo ejemplo, basta indicar que la bandera del país tiene los cuadrantes azul y rojo, que representan los colores de los partidos políticos de esa época, el Conservador y el Liberal; y el cuadrante de color blanco representa la paz, que ha sido el máximo consenso logrado.

El Himno Nacional, en su parte pertinente resalta la fraternidad lograda por los panameños al decir: “En tu suelo cubierto de flores, a los besos del tibio terral, terminaron guerreros fragores; solo reina el amor fraternal”.

En el siglo pasado, bajo el consenso ciudadano nos unimos, dialogamos y presentamos soluciones para resolver los siguientes aspectos: Las crisis electorales en la década de 1980; el desarrollo social, en la década de 1990 con los Bambito I, II y III; y sobre nuestro máximo patrimonio nacional, el Canal, también en la década de 1990, con los Coronado I, II, III y IV.

Del año 2000 en adelante se instituyó la concertación nacional como mecanismo y lugar en el que se plantean, tratan y acuerdan diferentes aspectos a través de las mesas de concertación, por ejemplo, la número tres sobre la educación.

En agosto de 2013 tuve la oportunidad de presenciar en la referida mesa discusiones y acuerdos con relación a los temas tratados por todos los participantes del sector educativo, excelente hecho. Sin embargo, algunos gremios no hacían parte de esa concertación so pretexto de que no comulgaban con las autoridades del Gobierno, algo que es lamentable.

Hoy cobra mayor importancia tratar dos aspectos fundamentales para la nación, primero, con la reunión de todos los sectores para lograr el consenso y contar con una Constitución moderna y diseñada para que dure 100 años y más. De forma que, una vez concluida la revisión, se convoque a una constituyente paralela.

Segundo, promover las denuncias contra todos los actos de corrupción que se hayan cometido, de forma que sean investigados, juzgados y condenados.

Este mal debe ser erradicado si queremos preservar el país bajo la guía de la Marcha Panamá, que dice: “¡Panamá, la patria mía, suelo grato, encantador!… ¡Sigue siendo libre, bella Panamá!”... y añado yo: “para que no te empañen con males como la corrupción”.

Luis Alberto Castrellón Oller
El Autor es Ciudadano y Docente


 

 

viernes, 16 de enero de 2015

Visión para los próximos quinquenios


TEMAS PUNTUALES
Visión para los próximos quinquenios: Luis Alberto Castrellón Oller  | 14 ene 2015 - 02:01h 
opinion@prensa.com  

Durante los últimos 15 años, el consenso ciudadano es que se necesita actualizar y corregir el uso de los recursos económicos de la nación, si queremos tener un mejor país en los próximos quinquenios. Lo anterior quizás se deba al sentimiento concentrado en el himno nacional, que en uno de sus fragmentos dice: “El progreso acaricia tus lares al compás de sublime canción; ves rugir a tus pies ambos mares que dan rumbo a tu noble misión”.

Según información pública, en los últimos tres quinquenios el aporte suministrado por el Canal de Panamá al tesoro nacional alcanzó la cifra de 10 mil millones de dólares. ¿Dónde están esos millones? ¿En qué se utilizaron? Los defensores de los “Prodes, prides, prades, panes y demás ayudas”, argumentarán que ese dinero le llegó al pueblo, cuando en realidad eso no ocurrió. Otros “programas nacionales para el desarrollo social y económico sustentable y sostenibles”, como los Pro Darién, Triple C, Bocas del Toro, Fase I y II, han corrido con la misma suerte. Lo que no vimos durante todo ese tiempo fue una reducción dramática de la pobreza, el déficit habitacional, el desempleo, la deserción escolar, en el abandono de la producción agroalimentaria y de otros aspectos que sería largo enumerar.

Ante estos hechos, debemos abocarnos al uso juicioso de los ingresos que genera el patrimonio nacional, mediante a una política de Estado que reprograme y destine fondos a los planes sociales y económicos que beneficien a la mayoría de los panameños en las siguientes áreas:

1. Salud: Esta empieza por la buena alimentación que es posible gracias a las granjas de producción sostenible y sustentable. Así le daríamos a los ciudadanos la caña para pescar, no el pescado. Es decir, fomentar la producción de alimentos en las comunidades y el excedente lo podrían vender a precios razonables en las cadenas agroalimentarias. Esto debe acompañarse de mayor dotación de agua potable y programas de salud preventiva.

2. Empleo: Es necesario reestructurar y fortalecer los programas de la micro, pequeña y mediana empresa dirigidos a la población en diversas actividades para que generen sus ingresos. En esta labor se puede sumar a los institutos de capacitación y enseñanza para técnicos y profesionales en las áreas de ciencias y tecnología que necesite el país.

3. Vivienda: Se requiere programas habitacionales con diseños que contemplen calles amplias y adecuados servicios de recolección de desechos, agua potable, alcantarillado y plantas de procesamiento de las aguas residuales.

4. Educación: Urge revisar de forma integral la estructura de la enseñanza básica, premedia y media, que incluya los contenidos de excelencia; actualizar las competencias a nivel universitario y de posgrados, y dotar a los centros de las infraestructuras que ayuden al mejoramiento integral de la educación, emulando lo ocurrido en Finlandia, Hong Kong, Taiwan y Chile.

Por último, se debe promover el trabajo honesto y decoroso, el ahorro, el respeto y los valores e insistir en eliminar la corrupción.

Luis Alberto Castrellón Oller
El Autor es
Ciudadano y Docente