TEMA No. 6
COMPETENCIA EN LA EDUCACION SUPERIOR
Sumario
Nivel
de la Competencia
Cognitiva
Procedimental
Actitudinal
Evaluación
Fases para hacer la evaluación
Diagnostico
Formativa
Sumativa producto final
Planeación por competencia
RESUMEN
Es oportuno
comentar que hay que tener en cuenta cada uno de los conceptos de competencia y
sus fases, a fin de ver como se ajusta la educación de estudiantes y de los
docentes, así tenemos que según el diccionario de la real academia española
entre unas de sus acepciones nos dice que.
Competencia es:
competencia2.
(Del lat. competentĭa;
cf. competente).2. f. Pericia, aptitud, idoneidad para hacer algo o intervenir en un asunto determinado.
3. f. Atribución legítima a un juez u otra autoridad para el conocimiento o resolución de un asunto.
Real Academia Española © Todos los derechos reservados
Veamos otra acepción sobre competencia en
termino general y como se incorpora en la educación superior.
competencia s. f.
1…
2… 3 Capacidad de la persona que es competente, que realiza su trabajo o desempeña su función de modo adecuado.
4 Responsabilidad u obligación que compete o corresponde a una persona que ocupa un cargo o a una institución: el nuevo equipo de gobierno asumirá sus competencias el mes próximo.
5 Autorización legal para intervenir en un asunto. Atribución.
6 En biología, interacción entre dos especies que comparten un mismo recurso, como un recurso alimentario, y que representa una desventaja para ambas.
En la Educación Superior distintos
autores expresan sus criterios sobre el termino Competencia, y tenemos que, Ligia
Guglietta Alicante, Psicóloga (1991), con Master en Recursos Humanos (1997) y
en Metodologías Cuantitativas de las Ciencias del Comportamiento (2005) y
Doctorado en Psicología en curso en la Universidad Pontificia de Salamanca.
Profesora de Metodología de la Investigación aplicada a la Psicología (UCAB). En el Boletín No.217 de agosto de 2011 del
Instituto para la Educación Superior para América Latina y el Caribe Iesalac
organismo relacionado con la UNESCO.
Dicha profesional publica un artículo
intitulado “Educación superior
por competencias, constructivismo y tecnologías de la información y las
comunicaciones (TIC). Una visión integrada”,
y nos dice
que:
“La noción de competencias se incorpora primero en el ámbito laboral,
con los trabajos de David McClelland profesor de Harvard, consultor de recursos
humanos y estudioso de la motivación humana, quien publica en 1973 en The American
Psichologist un artículo (Testing for Competence Than Intelligence) en el que
cuestiona la validez de las medidas clásicas de aptitud e inteligencia para
predecir rendimiento laboral. La publicación de este artículo marca el inicio de la era de las
competencias como eje de la gestión del capital humano en las organizaciones, y
su impacto llega luego a la formación técnica y universitaria.”
Que… “A pesar de tal
diversidad, tanto en el ámbito educativo como en el laboral, competencia se
relaciona con el comportamiento eficiente, adaptado a las exigencias de la
situación y determinado por la combinación (integración, no suma) de
conocimientos, habilidades, experiencias, motivaciones, rasgos de personalidad,
intereses, actitudes…”
Y que “La formación por competencia: (a) implica
articular conocimientos conceptuales, procedimentales y actitudinales; (b) se
apoya en los rasgos de personalidad del sujeto para construir el aprendizaje y
(c) exige la acción reflexiva, es funcional, se aleja del comportamiento
estandarizado, cada situación es
nueva y diferente (Cano, 2008).”
De manera que la competencia se
basa en la fase Cognitiva adjetivo
que significa, según el Diccionario de la Real Academia Española “Perteneciente o relativo al conocimiento.” Derivado de cognición.(Del
lat. cognitĭo, -ōnis).1.f. conocimiento (acción y efecto de conocer).
Asimismo, se basa en la fase Procedimental que según el Diccionario
de la Real Academia Española cuyo significado
es 1. Adj. Perteneciente o relativo al procedimiento
(método de ejecutar algunas cosas).
Y la fase Actitudinal, que significa según el Diccionario de la Real Academia
Española actitudinal es 1. adj. Perteneciente o
relativo a la actitud (disposición de
ánimo). Rasgos
actitudinales.
De manera pues, que educación por medio de Competencia se
debe impartir manteniendo las fases antes indicadas y podemos observarla en un
ejemplo sencillo.
Deseo aprender a conducir autos en general, para ello, debo realizar lo siguiente:
1. Debo ir a una escuela de manejo para que
me enseñen a conducir autos, eso es la fase COGNOCITIVA – Adquirir
CONOCIMIENTO.
2. Debo realizar todas las faenas para
conducir correctamente de acuerdo al reglamento del conductor, eso es la fase
PROCEDIMENTAL – Seguir el PROCEDIMIENTO para el manejo adecuado según el
reglamento del conductor.
3. De
acuerdo a lo que he aprendido para manejar o conducir autos, que actitud o animo
voy asumir al conducir el auto, seré un conductor responsable o un loco más en
el volante, eso es la fase la fase ACTITUDINAL.
Una vez cumplida las fases de la competencia
en la educación se precederá con la evaluación del egresado del centro de educación
superior, a fin de que su inserción en el mercado laboral se acople a las
exigencias de este. Por ello, la Educación Superior, debe mirar hacia afuera
del claustro educativo para que sus egresados puedan incorporarse al ejercicio
profesional después de obtenida sus
enseñanzas.
Sobre la base de lo anterior, hay que evaluar
si el desempeño del estudiante o egresado ha alcanzado los objetivos y logros
de las materias al inicio, durante y al final de la enseñanza de las mismas.
El objetivo de la educación no es sancionar
por no haber aprendido las materias, sino enseñar, por eso en varios países se
estudia cómo implementar el enfoque de las competencia en la educación
superior, a fin de que esta refleje las necesidades de la sociedad en general,
para que los egresados las suplan.
Así pues, a nivel de organizaciones
internacionales se han hecho estudios, para que a nivel del continente los
países validen el modelo realizado, según sus circunstancias, por eso, “La introducción del enfoque de competencias
profesionales en el ámbito educativo responde
a una creciente demanda de la sociedad de conocer las capacidades que se
desarrollan a través de los diferentes procesos de formación, y por el interés
de mejorar la preparación para lograr una mayor pertinencia para incorporarse
al ambiente laboral. Esta demanda se basa en los diferentes estudios e
investigaciones que se han realizado, tanto en el ámbito académico como en el
laboral, sobre las competencias que necesitan los egresados de las
universidades para incorporarse al trabajo.
Para
abordar este estudio, en las escuelas o facultades se toma como punto de partida el perfil actual del egresado que tienen
los programas, para contrastarlo con las expectativas en el campo profesional
tanto nacional como en la región, encontrar similitudes y diferencias, y
acordar qué elementos podrían recomendarse como referente para la región.
Es
importante mencionar, que la formación
universitaria incluye los aspectos de formación personal, ciudadana y de
responsabilidad social en relación a el contexto nacional que se reflejarán en
las competencias profesionales del egresado.
A
partir de estos análisis, y de su revisión con grupos de profesionales en
ejercicio en el país o en la región, es posible replantear y actualizar varios
aspectos de la formación en las universidades, a diferencia de otros enfoques
que siguen la lógica de las disciplinas en dónde el profesional se forma de
acuerdo a las áreas de conocimiento de la disciplina o profesión, para después
ver qué funciones puede desempeñar.
Comúnmente,
bajo el enfoque de competencias, se considera que el perfil de egreso se entiende
como un conjunto articulado de competencias profesionales que se supone
permitirán un desempeño exitoso (pertinente, eficaz y eficiente) del egresado
en la atención y resolución de los problemas más comunes en el campo de su
profesión.
Desde esta perspectiva, la competencia se demuestra en la acción o ejecución. Para poder evaluar el grado de dominio de la competencia es necesario contar con variables observables y criterios de valoración.
En una expresión coloquial se puede decir que
la competencia es la ejecución de la acción esperada, de forma rápida, bien
hecha y de buen modo. Este sencillo
acercamiento nos dice que hay que explicitar los criterios de valoración y que
serán muy diferentes para cada profesión, lo que en el lenguaje académico
equivale a hablar de la capacidad efectiva para realizar una actividad o tarea
profesional determinada y de los criterios de ejecución y evidencias de
realización.
Las
funciones para este análisis son aquellas que distinguen a un profesional, expresan
el papel que tiene y lo que se espera de él en la sociedad y, por ello, son la
base para identificar y describir las competencias. Es importante mencionar que la dinámica social y profesional
contemporánea ha introducido en los perfiles profesionales nuevas exigencias de
flexibilidad, adaptabilidad y tratamiento de la complejidad que obligan a una
revisión constante de los perfiles y de las estrategias de formación.
El problema
de desarrollar las competencias profesionales por funciones a partir de los
perfiles de egreso, es que aunque podemos encontrar aspectos comunes en las
cuestiones más generales y en las competencias genéricas de la profesión, cada
programa define los perfiles de manera diferente por las especificidades
regionales e ideológicas y por los diversos contextos en los que se encuentran.
Pero deja de ser un problema cuando se
considera que no se busca la homogeneidad sino un enfoque que permita expresar
los resultados de la formación en un lenguaje y con una información suficientes
para lograr su comprensión más allá del ámbito académico y asegurar su
pertinencia social y laboral.
Con
base en los resultados del trabajo de los académicos participantes y con las
recomendaciones que surgieron para llevar estos resultados a las
instituciones de educación superior de la región de América Latina, se elaboró
el Modelo para la Educación y Evaluación por Competencias (MECO), bajo la
coordinación de Pilar Verdejo* Coordinadora del Eje de Competencias Profesionales,
como una aportación para la incorporación del enfoque de competencias como
herramienta para favorecer el reconocimiento de cualificaciones y la movilidad
académica.
El alcance de este instrumento desarrollado como parte de los trabajos del Proyecto 6x4 UEALC, es ofrecer un modelo de descripción de competencias y un acuerdo de un perfil de referencia entre las instituciones participantes, con la finalidad de que cada institución lleve a cabo las adaptaciones y/o diseños necesarios que le faciliten integrar en su plan de estudios el desarrollo de estas competencias…”
(http://www.6x4uealc.org/site2008/p01/11.pdf)
Es oportuno tener presente, que
para las evaluaciones hay que hacer lo siguiente:
1. Un diagnóstico, identificando los conocimientos previos y antecedente
de los estudiantes para medir el nivel de estos.
Esto pudiera ser la edad, el
sexo, procedencia de las escuelas de educación media, así como el estado civil,
la ocupación, los horarios y las disponibilidades de acceso a herramientas como
la informática y posesión de equipos de
todo tipo. Enterarse de las aptitudes, destrezas, resultados de exámenes
previos del estudiante, la actitud de este hacia el desarrollo de los procesos
de enseñanza-aprendizaje, en fin si el estudiante ha cumplido con todo los
prerrequisitos de manera efectiva.
2. Seguidamente
hay que realizar una evaluación de tipo Formativa, que no es más que conseguir el perfeccionamiento del proceso de enseñanza-aprendizaje, por eso hay
que evaluar los progresos, las dificultades, los bloqueos, impedimentos y
cualquier otra circunstancia que aparecen durante el proceso de aprendizaje.
3. Después se debe realizar la
evaluación de tipo Sumativa, que busca el producto final del proceso enseñanza-aprendizaje;
es decir, el conocimiento que ha adquirido el estudiante durante el término de
la carrera que se estudie, que se debe hacer en cada etapa de todo el proceso enseñanza-aprendizaje, porque….
“…enseñar es señalar algo a alguien. No es enseñar cualquier cosa; es
mostrar lo que se desconoce. Esto implica que hay un sujeto que conoce (el que
puede enseñar), y otro que desconoce (el que puede aprender). El que puede enseñar,
quiere enseñar y sabe enseñar (el profesor); El que puede aprender
quiere y sabe aprender (el alumno).
Ha de existir pues una disposición
por parte de alumno y profesor.”
La evaluación Sumativa
“Es la más utilizada en las instituciones
docentes y la que se conoce con mayor precisión. Su característica fundamental
es que se utiliza al final de cada periodo de aprendizaje. La evaluación
Sumativa puede ser periódica y hasta muy frecuente, pero la mencionada
característica de ser utilizada después del proceso de enseñanza-aprendizaje la
distingue con claridad de la evaluación formativa.
La finalidad de este tipo de evaluación es determinar el grado de consecución de
los objetivos de aprendizaje por parte del alumnado. Este grado determina
la posición relativa de cada alumno en el grupo y lo sitúa en determinados
niveles de eficacia, marcados habitualmente (y establecidos normativamente) por
una escala de calificaciones conocida.” (http://www.ite.educacion.es/formacion/materiales/90/cd/cursofor/cap_4/cap4b.htm)
Con el fin de que todo lo anterior se dé, es
necesario que el docente articule y realice el Planeamiento por Competencia,
que no es más que establecer en cada situación de aprendizaje el nivel de
competencia; de manera que, una vez resuelta la situación de forma
satisfactoria por parte del docente y el estudiante se podrá demostrar el
dominio de la competencia, mediante resultados que se puedan observar y medir.
Es importante que el docente planee la situación
a ensenar y especifique el resultado que se espera de la manera más correcta
posible que demuestre el dominio de la competencia.
Finalmente, el docente debe actuar de manera
integral, para que el componente académico vaya pari passu con la calidad
humana.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario